No volverá por ti





Los relieves en la casa imperial,

el adorno en la cúpula, los cánticos

en lengua antigua: las suras del Corán.



Ya nada queda de ti,

no hay nombres, ni templos

que resguarden un poco de tu forma.



A partir de este pedazo de tierra,

a partir del mar Egeo

y el océano de Anatolia.



No volverá por ti la sal,

no retornará el ave que cruzaba el cielo.



Los musulmanes seguirán

su paso por las calles,

el río será igual,

la ciudad tendrá un paisaje
abandonado y gris.



Los dioses habrán de olvidar

y la luna mostrará su última cara:

los cánticos dejarán las plazas,

las aves huirán a buscar el estío.



El invierno viene para ti.

Disfruta el frío, la soledad y los puentes:

los barcos no tocarán de vuelta el mar

por la misma ruta.


El cielo  olvidará también tu rostro.

M.T.

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