A MIRTA C.
Fotografía y Buenos
Aires
A M. C.
La trama estaba dada desde antes
que tú intentaras dar un giro,
la responsabilidad de la culpa,
prefieres dejar de hablar;
porque la música dice mayores cosas
que aquéllas que tus palabras evocan.
Terminó el invierno
y sé por el tono de la música
que no has de volver
al mismo sitio del falso encuentro.
La trama, ya lo dije, se había decidido desde tu alcoba,
cuando dormías desnuda
mostrando el dorso, la espalda, las piernas
y alguien tomó la fotografía.
Tú mentiste porque la mucama
había sido tu cómplice.
Pero en la habitación
estaban tus sueños despojados,
la creencia de un espacio que explicara a pulso
la frecuencia innecesaria de las palabras: tu imagen
[desnuda.
Un hombre tomó la foto
y nunca lo dijiste.
La diferencia es que no resulta
indispensable saber:
Hace mucho lo reconocí,
hace mucho, el silencio ayuda, el silencio que es la foto
que viene desde Buenos Aires
contigo desnuda en una cama desconocida.
El silencio que no adivinaste
era la trama: tu cuerpo visto
por un desconocido en una instantánea.
Una mentira no dicha, para siempre.
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