Poema de Paul Celan

NEGROS,
como la herida del recuerdo,
hurgan los ojos en pos de ti
en la tierra coronaria claramente
mordida por dientes cardíacos,
que sigue siendo nuestro lecho:
por este socavón has de venir —
vienes.
En el sentido
seminal
te desestrella el mar, en lo más íntimo, por siempre.
Dar los nombres tiene un término,
sobre ti arrojo mi destino.


Paul Celan

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