" Fue autogolpe de Estado", Julio Barco

Julio Barco (1991) es un escritor peruano que supera ya la treintena de años. Prolífico escritor que parece una máquina de la escritura. Ha publicado más de diez libros de poesía. su obra circula por todo el mundo; destaca su presencia en México, Chile, Argentina, Perú, España y Colombia. Ha recibido los premios : Gremio de Escritores (2018) y Huauco de Oro (2019). Dos de sus libros emblemáticos son Arder (2020) y Made in Perú (2021); finalmente, Mención Honrosa del Poeta Joven del Perú 2021.

 Se ha realizado esta entrevista con motivo de los recientes eventos en Perú, debido a la llegada a México de la familia del presidente depuesto Pedro Castillo a inicios de diciembre.

Miguel Tonhatiu: Julio, muchas gracias por aceptar esta entrevista. Sé que no son tiempos tranquilos. Entremos en materia:  según tu visión, ¿qué sucede ahora en Perú?

Julio Barco: Lo que vivimos ahora es una consecuencia histórica de muchos años de lucha entre diferentes sectores sociales. Podemos considerar que a partir de los noventa, se impone el sistema de libre mercado y los siguiente presidentes (Fujimori, Toledo, Humala, García, etc.) siguen este modelo desde los ministerios de economía  y las grandes ventajas a los grupos empresariales. La figura visible de este cambio es Fujimori, que toma el poder en dos gobiernos, instaura una dictadura, compra los medios de comunicación y actualmente, aunque se encuentra preso, tiene la presencia política gracias a su hija, Keiko Fujimori, que no se ha deslindado de su padre.  Si bien este modelo genera crecimiento en algunos sectores, hay una falta de apoyo a la población, quiénes no llegan a gozar a cabalidad de estos frutos. 

Sin embargo, no solo es consecuencia de este problema, sino de las grandes divisiones de nuestro país. Hay que considerar al Perú como una sociedad de todas las sangres. Su gran dilema es el problema de poder aglutinar un discurso que integre y ayude a que todos se reúnan en una sola representación. ¿Cómo unir costa, ande y selva? Somos un país diverso y nos enfrentamos a una problemática que va desde la discriminación hasta la ignorancia.  De alguna forma, las elecciones últimas rebelan dos fotografías: el radicalismo de izquierda y de derecha. Pedro Castillo venció históricamente a todos los candidatos de la derecha peruana, que estimularon todo tipo de mentiras, como que iba a quebrar la propiedad privada e instaurar una nueva Venezuela en nuestra sociedad. Mentiras. Castillo fue ganador y la derecha se opuso desde todos sus frentes. Y esto no es raro, porque en un gobierno que no va con ellos, los más afectados son los Medios de Comunicación que reciben un gran sueldo de parte del Ejecutivo. Primero negaron su victoria, durante meses, alegando que había sido una estafa. Después, desde el Poder Legislativo, dominado por candidatos fujimoristas, no aceptaron ninguna de sus leyes y motivaron una serie de vacancias, alegando que Castillo era el jefe de una banda de criminales. Jamás se pudo probar que era cierto este tema, aunque muchas testigos afirman que sí. Sumado a la falta de experiencia del ex mandatario, su gobierno fue duramente atacado.

Entonces, el último 7 de diciembre, ocurrió todo el proceso de autogolpe de Castillo y la vacancia desde el Congreso. En suma, es un juego de poder, de una parte de la sociedad que busca reformas a nivel de Constitución para defender a la población frente a la actividad Empresarial; y de otra parte de la sociedad, que desea que el modelo, que los favorece, no cambie. Hay que tener en cuenta que gran parte de la protesta viene del sur peruano, donde el voto y apoyo a Castillo fue muy alto. Ahora, Castillo se encuentra preso; Dina Boluarte es presidenta y hay más de 20 muertos a nivel nacional productos del descontento social.

M.T.: Ahora sabemos del autogolpe de estado, el encarcelamiento de Pedro Castillo y del interinato de Dina Boluarte. Surgió el golpe de estado por la decisión de Pedro Castillo por anular el Congreso...

 

J. B. : Claro, el autogolpe de Castillo buscó anular el congreso que quería anularlo a él. Si analizamos el discurso que da el día del autogolpe veremos que busca un cambio no solo del congreso, sino que habla de cambiar la Constitución y de mejorar el Poder Judicial. ¿Qué buscaba Castillo en sí? Algunos piensan que se trató de una estrategia pírrica: perder, para ganar. ¿Qué ganó? Que la rebeldía de izquierda, en reposo gracias a Castillo, vuelva a las calles y alce su voz. Ahora, lo que hizo Castillo no fue apoyado por el Poder Militar, que automáticamente lo llevó a prisión.

"Castillo, por ejemplo, tenía gran facilidad para mover a muchísima gente; pero en otros aspectos, era deleznable".

M.T.: Comprendo lo que dices y en el entramado externo que se tienen por los medios de comunicación. Hay un golpe de estado, luego se erige una presidenta por el congreso. Hasta antes de esto, quisiéramos saber ¿cómo estaban constituidos los grupos y facciones políticas hasta ese momento así como las tensiones que se generaron?

J.B. :Después de Sendero Luminoso y el MRTA, toda la gesta de la izquierda peruana perdió, ante los medios de comunicación, toda voz y voto. Arriba dije que Castillo prendió la mecha de la protesta de izquierda, pero hay que observar que mucha gente sin ideología, ni conciencia de clase, tiene también un descontento ante lo que ocurrió, especialmente después de las muertes que vimos a lo largo del país. Lo que quiero decir es que la protesta viene de todos los sectores. Ahora, en los últimos años, se fue gestando algunos intentos de participación de izquierda desde el voto democrático. Se cambió el discurso de tomar el Poder por las armas, para tomarla por el voto. Abimael Guzmán, la cabeza ideológica de Sendero, habló de un proceso de paz y reconciliación. La izquierda se integró al modelo, se ajustó. De ahí también nace la idea muy en boga hoy en día de la "izquierda caviar", los que se aprovecha del discurso social para seguir viviendo de modo cómodo. Por ejemplo, Humala, radical en campaña y tolerante con el modelo en el gobierno. Su esposa, al parecer la verdadera cabeza del Estado, que se mostró muy a favor de las clases populares, fue víctima de una influencia superficial y del lujo vano. Para las últimas elecciones, vimos algunos partidos de izquierda. El más visible era el liderado por Verónica Mendoza, que fue vapuleada en la campaña, y que mostraba ser una izquierda más tolerante, abierta y medioambientalista. Castillo apareció sin  que nadie lo sospechará, gracias al gran tejido social que armaron en provincia, producto de su liderazgo en las huelgas nacionales de profesores que pusieron en jaque el gobierno del ex presidente Pedro Pablo Kuczynki. ¿Qué pasa con la izquierda en el Perú? ¿Cuáles son sus grandes problemas? Yo diría su falta de creatividad para pensar más allá de sus modelos icónicos. Aquí nos hemos quedado atrapados en la izquierda de la primera mitad del siglo XX, es decir, en Mariátegui y, si vamos adelante, no hay figuras intelectualmente visibles de la izquierda. Faltar asumir el retro de volver a pensar la realidad, volver a tomar las medidas y organizar, desde lo intelectual, otro tipo de modelo. Castillo, por ejemplo, tenía gran facilidad para mover a muchísima gente; pero en otros aspectos, era deleznable. Recientemente, fue liberado el hermano del ex presidente Humala, Antauro Humala. Su discurso es radical y atávico: habla de una reconstrucción del Perú desde el incanato, promete matar a todos los violadores y otros asuntos de esta naturaleza. En suma, podemos ver que el panorama para la izquierda nacional es triste. Y podemos resumirlo en la que representa Castillo, con el liderazgo de Vladimir Cerrón, de corte más cubana; la de Verónica Mendoza, de corte más central; y la de Antauro, que no sabemos si entra en una "izquierda" o en qué tipo de categoría política. Igual últimamente, por sus declaraciones, parece que Antauro ya quedó relegado. Y, en fin, son los únicos grupos con algún tipo de eco en las elecciones.  Entonces, el gran reto es encontrar uno (o varios liderazgos), que comprenda el problema social, sin perder de lado el tema cultural y medioambiental, y mirando al Perú como una sociedad plural, diferente pero integrada, por su Historia. Es un reto para el siglo XXI, porque como colectivo tenemos problemas a enfrentar.

"Mira que me parece sospechoso que Castillo sea rápidamente encarcelado, cuando vemos que hay otros personajes de la política con las mismas acusaciones y gozan de libertad."

M.T.: Pedro Castillo, según los medios internacionales, se encuentra en la misma prisión que Alberto Fujimori. ¿Los cargos son ciertos, trafico de influencias, colusión agravadas y delitos contra la tranquilidad pública?

 

J.B. : El tema de Castillo no ha sido resuelto. Hay acusaciones... Hay también temas que no se tocan... Mira que me parece sospechoso que Castillo sea rápidamente encarcelado, cuando vemos que hay otros personajes de la política con las mismas acusaciones y gozan de libertad. Hay que considerar también que su victoria fue consecuencia del rechazo histórico a Keiko Fujimori, que viene perdiendo campañas con un porcentaje ínfimo de diferencia. Y esto es clave: la mitad del Perú quiere el fujimorismo, y la otra mitad no, ¿cómo unir a dos mitades tan radicalmente opuestas? Así, la victoria de Castillo lo puso frente al Poder sin gente, sin contactos. No creo que, en ese sentido, sea difícil pensar que muchos de estos asesores o contactos buscaron solamente su beneficio, a costa de Castillo. Yo no pondría mis manos al fuego por Castillo, pero según nuestras leyes, mientras no se encuentre una evidencia palpable uno es inocente.

Pues los medios peruanos vienen informando hace meses de pruebas y delitos incuestionables sobre la criminalidad de Castillo. Sin embargo, no hay un vídeo como el de Montesinos con Fujimori recibiendo (o dando) dinero, o los que se encontraron con Odebrecht y tumbaron el gobierno de PPK. Ahora, no sé que tan cierto sea lo que decía Bakunín sobre que ejercer el poder degrada, someterse al poder corrompe. Por último, una problemática que vimos con Castillo fue -como ya dije- su falta de candidatos eficientes para los cargos. Esto se evidenció en los diferentes ministerios que se armaron. La verdad es que no veo a Castillo como el cerebro de una red criminal, me parece una exageración articulada por la propaganda de los medios. Ellos fueron muy afectados al no recibir dinero de parte del gobierno; ahora, por ejemplo, el dinero que se iba a usar para un incremento en los sueldos de los profesores, se usará para los emolumentos de los militares.

"Somos casi treinta y tres millones de peruanos y no se puede aceptar que unos pocos sean los que se beneficien de todo lo que hay en el Perú."

M.T.: Solo le dieron 17 meses de prisión. Es una pena muy baja para los delitos que se le imputan. Por otro lado, la situación de las protestas fueron marcadas por 25 personas muertas y constantes actos de represión, ¿cómo has vivido tú esta situación?

J.B.: Claro, comprenderás que no busco ser partidario, o de hacer campaña por alguien. Hablo desde mi experiencia, lo que veo, lo que voy escuchando y converso. El tema del autogolpe me encontró en el bus y pude palpar el clima de preocupación y de deseo de diálogo que generó este problema. De pronto, las leyes invisibles que separan y hacen que todo en la sociedad sea silencio, se desvanecieron y apareció el diálogo: la gente habló una sola lengua, la crítica, la preocupación. Y desde entonces, pese a que los medios motivan diferentes temas, nadie ha dejado de charlar sobre esta problemática. Me preocupa el destino de mi país, el poder hacer que la sociedad mejore, y desde que empezaron las protestas, todo ha sido un enfrentamiento de los peruanos contra los peruanos. En ese sentido, me sorprendió saber que en Pichanaqui algunos policías se negaron a utilizar armas para acallar las protestas. Sin embargo, si nos ponemos a pensar en cuál es la razón de a ira que desató las protestas, veremos que de fondo hay mucha rabia contenida por la enorme falta de oportunidades y calidad de vida de las grandes mayorías de peruanos. Somos casi treinta y tres millones de peruanos y no se puede aceptar que unos pocos sean los que se beneficien de todo lo que hay en el Perú. Hablamos de un país con minas y bastante diversidad, donde la calidad de vida es pésima para muchos. Me interesa registrar lo que pasa. Documentar. Es necesario ahora mismo usar los medios para abrir una mirada más amplia a la realidad social. Gracias al Facebook mucha gente viene escuchando todo tipo de versiones del caso, oyendo vídeos y leyendo información que antes, en los medios más canónicos, no se filtrarían. Gracias al Internet, podemos ver todas las caras de esta problemática.

Tengo amigos en todo el Perú. Me mandaron fotos y vídeos de Ayacucho, Andahuaylas, Cusco, Trujillo, Arequipa y lo que se ve es, en verdad, lamentable.

M.T.: Noté también en los medios internacionales que Luis Almagro, secretario general de la OEA, ha condenado los hechos violentos en tu país y ha programado una visita de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos para verificar los hechos. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

 

J.B. Es necesario que se sepa lo que venimos viviendo. Es necesario que se conozca la herida abierta de nuestro país.

M.T.:  Ya hay cambios en el gabinete de Dina Boluarte, estos ajustes son un intento de resarcir el daño causado. Urgen las elecciones como una salida, sin embargo el daño es irreversible.

J.B.: En la medida en que perder un hijo es el dolor más grande que se puede experimentar es irreversible. Hablamos de veinte familias y de más de sesenta heridos.

"Quisiera vivir en un país más abierto y plural, con ventajas para todos, con más seguridad, donde no te disparen a matar por salir a mostrar tu descontento. Lo que pasa ahora en el Perú es inaceptable. Nuestro país es victima de un atropello que marcará nuestro momento."

M.T.: Es doloroso. Comprendo y veo a lo lejos la imposibilidad. ¿Tu pedirías las elecciones para que todo esto termine de manera inmediata?

J.B.: Pido una reforma de constitución para que en nuestro país la vida sea mejor respetada e importe más que el dinero. En ese sentido, mejorar la educación, mejorar el tema ambiental, mejorar el tema de la calidad de lo que consumimos. Que se pongan como prioridad en la agenda nacional. Me interesa la calidad de vida de la gente, que se viva mejor en todos los rincones del Perú. He recorrido el Perú gracias a la literatura dando conferencias y talleres de poesía, presentando libros o dando recitales, y veo que es una problemática actual. Castillo, que venía del campo educativo, significó una esperanza. No olvidemos que él fue invitado a reuniones en Estados Unidos, donde afirmó que no cambiaría el modelo. Entonces, ¿qué? ¿Por qué no puede haber un liderazgo de izquierda? ¿Eso no es acaso la democracia? No hay reparto de poder, y eso es un problema de convivencia de todos los rostros del Perú. El futuro tiene que ser de pan y poesía, es decir, de cultura y comunidad, de lograr unir nuestras diferencias sociales. Al hablar de la constitución no hacemos sino hablar del lenguaje; y el lenguaje, es decir la vida, debe ser también un tema a revolucionar. Uno de los libros más leídos en temas políticos e históricos en nuestro país es Historia de la corrupción en el Perú de Quiroz y es muy palpable con el problema del que hablamos. Ya nos dimos cuenta de que en este país, lo que importa es el dinero; los políticos, entran a medrar; y esto, siempre y cuando se hagan obras, es aceptado. De ahí la frase "roba, pero hace obras". Es una mediocridad. Yo no me conformo. Quisiera vivir en un país más abierto y plural, con ventajas para todos, con más seguridad, donde no te disparen a matar por salir a mostrar tu descontento. Lo que pasa ahora en el Perú es inaceptable. Nuestro país es victima de un atropello que marcará nuestro momento. En estos momentos, gran parte de Latinoamérica tiene liderazgo de izquierda y en gran parte como consecuencia de lo que vivimos en la época de la Pandemia. ¿Qué pasa en el Perú? ¿Por qué tanto discurso de odio y de muerte? Yo estoy por el arte, por la vida, por el respeto a la gente, por el respeto a la libertad. El camino será largo.

M.T.: Apuntando un poco el concepto Constitucional y algunos aspectos históricos, ¿hay semejanzas entre los que sucedió en Bolivia en 2019 y lo que ahora sucede en tu país?

J.B.: Sí, tiene algo de similar. Por otro lado, hay que agregar que la crisis del Perú es otra: salimos de cinco años con seis presidentes distintos. Y si hablo desde mi nacimiento, vengo de treinta años que significaron una constante debacle nacional, ¿qué de bueno podemos encontrar en nuestra política? ¿Qué podemos rescatar de estos últimos treinta años a nivel político?

M.T.: En ese mismo tenor, quisiera preguntarte sobre tu experiencia en estos instantes históricos, ¿hay alguna relación de tu obra como escritor con lo que está sucediendo en el Perú de 2022?

J.B.  Como sabes, escribo de modo fluido. Así, este año publiqué cuatro libros: La galaxia de dos mundos. (Conversaciones con Ladislao Plasencki); Electromagnetismo (Ed. Higuerilla); Resumen (Ciudad Lila) (Ed. Higuerilla); y, Virtualismo (Ed. Higuerilla). Y esta coyuntura me agarró escribiendo mi nueva obra de teatro, y dos poemas, y un libro de ensayos, entonces, estoy procesando todo este contexto que, sin duda, podré usar en mi arte, que, como bien sabes, es también una forma de liberarme del caos que produce vivir en un país tan convulso. Para mí, la Literatura me permite explorar mi propia realidad y dar una versión singular de la problemática actual. De momento, ya tengo como cinco poemas escritos en ese mismo contexto, que circulan por las redes sociales. Dos poemarios en lo que trabajo.

M.T.: Finalmente, la última pregunta, ¿cuál es el futuro posible para Perú? 

J.B.: Estamos divididos. Como país, no hemos sabido unificarnos. Ahora mismo no me siento con ánimos de dar una bitácora a futuro, porque veo grandes problemas que no sabemos superar: la violencia, que tiene mil rostros; y la falta de un camino juntos, que nos anime a caminar como unidad, como colectivo. Y sin olvidar, la gran tara del racismo contra lo andino, contra la gente del campo. En Lima, sin ir muy lejos, se observa esta problemática, que podemos leer en autores de hace más de sesenta años como Sebastián Salazar Bondy. ¿A qué puede llevarnos esta división? A lo que ya sabemos por la Historia: a perder guerras, y, a encontrar focos de disconformidad. La revolución y guerrilla de los setentas encontró mucho material en ese sentido para enriquecer su voluntad, pero también le faltó reconocer más el rostro humano de la gente de todos los sectores del Perú. Ahora, si no logramos esas mejoras internas, ¿qué futuro esperamos? Castillo fue víctima de todo eso: lo acusaron de andino, lo animalizaron, trataron de ningunearlo por su forma de hablar y el sombrero chotano que usaba. Yo solo pienso tristemente que no puede haber un futuro en un país donde no se ama y respeta a la gente, ¿qué se puede esperar? Las muertes recientes son poco significativas para mucha gente en nuestro país. Eso dice mucho de qué somos como sociedad.

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Piedad por el joven que protesta

que no tiene más que su vida y su voz que canta

y arrastra en sus actos la furia 

de su propia opresión

y su deseo es que resplandezca el sol para todos. 

Que no tuvo más libertad

que salir a gritar su queja en las calles.

Que no tuvo más Perú

que su corazón súbitamente deteniéndose. 

Piedad por el niño que estudia

por conseguir mejores resultados a futuro

y no sabe que la empresa privada

controlará sus sueños y caminos. 

Piedad por las mujeres solas.

Piedad por el hombre que muere. 

Que no tiene más oportunidad

que levantar su voz en medio del caos. 

Piedad por los niños que gritan

junto a los hombres que luchan

y cantan con los ríos y ríen con las nubes. 

Piedad por las mujeres que lavan sus sueños

entre lejía y jabones ásperos

Y no tienen Centros Comerciales

donde comprar un kilo de esperanzas. 

Piedad por los que sufren hoy

el clavo rancio de la pobreza de siempre.

Piedad por la Piedra

que busca bajarse un helicóptero,

y por el helicóptero que vuela sobre los tristes. 

Piedad por los niños sin loncheras

Piedad por las polladas de los pobres

Piedad por las piedras de los jóvenes

Piedad por el inexistente futuro de miles

Piedad por los miles

Encerrados en la multitud

de una quema de llantas en la carretera.

Y por las llantas

que no se queman, y por el 

agua, el cielo, la tierra, el fuego

que no nos pertenecen. 

Piedad por los árboles caídos

que serán la semilla

que germinará el nuevo canto. 

Piedad a la tristeza de mi Perú. 

Piedad pues, hermanos, el corazón

se detiene a su modo.

Y se oxida para siempre

Y el polvo se hace naturaleza

Y el cuerpo se aja.

Piedad por lo que nace.

Piedad por lo que no muere.

Julio Barco (2022)

(Con imágenes de Perú de Julio Barco entrevistó Miguel Tonhatiu Ortega)