DRAGÓN DE GILA
El animal sagrado, desértico
reconocía su veneno.
Cuando este pequeño
todos los días de arena
(las sombras)
medía la perfección del caracol.
Lo que decían del agua en este
territorio.
Las leyendas líquidas
cuando la luna creaba mareas
y la diosa miraba a tierra.
“Eso terminó”, dijo ella.
El mar ya no existe;
lo han expulsado las huestes del
seco,
los sacrificios,
el mar ya no existe.
La bífida lengua
mide la humedad.
Ya no se puede vivir
del pasado.
“La perfección del caracol
sobre la arena”, dijo.
Los sagrados números,
la vieja vida en el polvo,
la dorada arena;
¡oh, agua dulce!
La bífida lengua te busca;
caracol seco sobre la arena.
La elipse de la luna;
las huellas del lagarto:
“¡está solo!”, dijo ella
Lo vi esconder su veneno.
M.T.
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