"El hombre es un semidiós: tiene siempre uno u otro pie en la tumba; la mujer es divina porque siempre puede tener los dos pies en el mismo lugar, sea en el cielo, en el infierno o en la tierra."
"... ¿sientes?, tápame, llaman a la puerta, déjame, sed, hueles a mar revuelto, tú a tabaco de pipa, de niño me bañaban con agua de afrecho, de niña me decían Lala, ¿está lloviendo?, aquí eres trigueña, tonto, tengo frío, no me mires así, tápame otra vez, almendras, ¿quién te regaló ese perfume?" Julio Cortázar
Ella es divina. Es la que "escribe". Es la que lo nombra a usted semidiós. Es su ventana, profesor. Saludos.
ResponderEliminar