"El monarca de las aves, queriendo saber hasta dónde podían elevarle sus alas, tomó impulso hacia la cima de la montaña y todos los simios siguieron con la mirada su vuelo sublime hasta la cumbre."
"... ¿sientes?, tápame, llaman a la puerta, déjame, sed, hueles a mar revuelto, tú a tabaco de pipa, de niño me bañaban con agua de afrecho, de niña me decían Lala, ¿está lloviendo?, aquí eres trigueña, tonto, tengo frío, no me mires así, tápame otra vez, almendras, ¿quién te regaló ese perfume?" Julio Cortázar
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