EL DESTERRADO «Yo iba provisto de cartas de recomendación para un holandés, el señor Mesman, y para un comerciante de Dinamarca; ambos hablaban inglés y se ofrecieron a buscarme una residencia a propósito para mis actividades» ALFRED DE RUSSELL WALLACE La vida que amé y el que fue mi mundo. A veces sueño si aún existe. Pero los años van secando mi cuerpo y acostumbro a mis ojos a que acepten el último. Mucho me ha costado no desesperar, aunque sé que la vida sólo puede ir ya a peor. A veces, para mí y unos pocos amigos pretendo aquel antiguo lujo. Como un sediento el agua, espero la noche. Entonces camino hacia los bares del puerto, y en la belleza de alguna mujer olvido mi destierro. José María Álvarez