VUELVO AL SUR (Sobre una pieza de Piazzolla) Cuán claro y largo es tu veneno, cuento de uno cada deseo, musa; a mí, esa boca de otras tierras; a mí, tu refugio. Palabras que no me incitan a nada. Sé que el cabello dormido hará en mi lecho y es forma agua, mírame; sigues en un espacio con jardín escuchando los pájaros del invierno. Hueles a té y has conversado toda la tarde. Me hace falta este lugar, nos hace falta ese cuarto. Arrójate a la cama destendida, sucia de vino rojo, pareceras. Pero será un vocablo, simplemente la noche: un fonema que se oye mil. Me cazas la voz y las palabras ordenan los objetos de mi habitación sin ti. Solo, he aprendido a distinguir tu vino rojo en el ambiente o será un baile blanco en tus puntas: Samba para mí. Deja que la ropa caiga por su peso. ssssssshhhhhhhhhhhtttttt. Cuán rubio es tu veneno. Yo volveré, te lo prometo. El sol no nos dejará. Diremos mentiras a la noche; será tarde no habrá fue...